La puerta de la habitación quedó abierta. Kyle quería olvidar el pasado. Pero era difícil hacerlo cuando el pasado olía a loción masculina y frutos rojos ahumados. No era su intención ayudar a James esa noche; pero tampoco era un desgraciado para dejarlo desangrarse por esa puñalada en el abdomen. Trago saliva al recordar su mano sobre esos abdominales firmes, la textura de su piel bajo su mano, el calor de su sangre mojandole los dedos... Definitivamente tener a James Darling cerca era sinónimo de peligro. Se rasco la nuca. Cómo quería que el peliazul se fuera de una buena vez de su casa. Se arrepentía de haberlo traído en primer lugar.
Se sacó la ramera por encima de la cabeza cuando siento como el ambiente se ponía pensado.
- No te di permiso que entraras a mi habitación.- escupió con acidez Kyle sin mirar al peli azul que estaba recargado sobre el marco de la puerta.
- Que descuidado, cambiandote con la puerta abierta. Se podría decir que es una descarada invitación a mirar.- la voz ronca de James no sonaba coqueta, solo profunda.
Kyle se estremeció. Lanzo la ramera a la silla antes de mirar sobre su hombro.
- Imbécil. Deja de hacerte el interesante. Ya lárgate.- soltó Kyle.
James se acercó con pasos lentos pero pesados, el rubio podía sentir su la presión de su presencia en la piel. Se controlo para inhibir cualquier rastro se excitación de su cuerpo y mente; cuando James lo tomo del brazo y lo hizo girar para que lo encarará. Kyle pudo sentir como esos duros ojos negros observaban cada centímetro de su piel, desde sus labios carnosos, su cuello de alabastro, su pecho desnudo... Por un instante la boca de James se entre abrió mientras fijaba su mirada en sus pezones ya endurecidos. Esa reacción basto para tensarle todo el cuerpo... Y su miembro.
James bufo.
- La verdad aquí el interesante eres tú.- y acordó la distancia mientras le sostenía la mirada.
Kyle le dió un codazo sacándole el aire a James. Si presencia era más que suficiente para intimidarlo. Se sentía acechado por un lobo hambriento.
- Quítate, perro.
James se doblo gimiendo de dolor. Pero rápidamente tomo por el brazo a Kyle y lo pego contra el closet. Este lanzó un sonido de protesta seguido por un vergonzoso gemino. James había agarrado su miembros con fuerza, toda la superficie de sus bíceps tocaban la piel de Kyle.
- Wof - ladro en el oido de Kyle antes de lamber el lóbulo y masajear su miembro.
- ¡Ah! ¡Para, estúpido imbécil!
- ¿Ah, si? Pero ya la tienes dura.
Kyle se sonrojo al senti como su erección no solo le dolía por lo atrapada que estaba en su ropa interior, también se avergonzó al sentir como se mojaba. Empujó a James haciendo presión con el puño en la herida del abdomen. Este gimió de dolor mientras le pasaba la lengua por su cuello. Kyle sintió un mareo de placer al oírlo gemir de dolor mientras la húmeda lengua de el lo mojaba hasta la clavícula.
- ¡Animal! ¡Te dije que pare...
Su protesta quedó ahogada en un gemido cuando James hundió sus dedos en la nuca para jalar su cabello hacia atrás y morder su cuello. Kyle apretó con el pulgar la herida haciéndola sangrar, sintiendo como su calidez lo volvía a mojar. Encontrá de su voluntad sonrió de satisfacción. James gimió y masturbo con rudeza el miembro de Kyle. Este se doblo en gemidos, sonrojado por todas las sensaciones de su cuerpo. James con firmeza lo estímulo mientras el se doblaba para trata de escapar de ese agarre. Sin embargo Darling sabía cuál era el ritmo que lo volvía loco. Lo dejo caer contra el escritorio y metió su mano en sus pantalones, con los dedos mojados hasta llegar a su ano. Kyle soltó otro gemido. Trato de incorporarse pero al ver sus manos teñidas de sangre de James y la sensación en sus genitales la fuerza de voluntad se quebraba.
- ...eres ah... Un... Ah ah ... Maldito perro.- escupió entre gemidos Kyle.
- Lo se.- dijo Darling mientras se inclinaba y le pasaba la lengua por la espalda desnuda a Kyle.
James aceleró las embestidas con sus dedos mientras jugeteaba con la polla ya endurecida y palpitante de Kyle. Lambei la espalda y mordía los costados. El rubio suspiro y relajo la espalda al sentir como su miembro empezaba a gotear cada vez más semen.
-Vaya. Me vas hacer venirme sin penetrarte, kyle.- acuso James con su voz grabe.
Solo el miembro de Kyle y antes que este protestara James ya estaba bajando los pantalones y penetrandolo analmente. Entro despacio, disfrutando como la espalda del rubio se arqueaba y sus muslos apretaban su miembro. James abrió los labios para contener aire y evitar venirse al ver el brillo perlado de la piel de Kyle y el calor de su ano que asfixiaba sus polla. Embistio una vez conteniendo el aliento. Embistio una segunda vez apretando los muslos. Embistio una tercera vez al escuchar el gemido ahogado de Kyle que lloraba de placer. El rubio se arqueaba, abría los labios y se aferraba con una mano a la madera y con la otra se cubría el pene para no eyacular allí mismo. James se empezó a mover con una lentitud terrorífica para Kyle. Quería gritarle, maldecirle, pero de su boca solo salían gemidos. James tomo sus caderas con firmeza y por fin embistió profundo haciéndolo lloriquear.
- ¡Maldito infeliz de mierda! - logro soltar al fin Kyle entre lágrimas.
James se rió y lo embistió con fuerza y rapidez. Ahora sí Kyle se había callado, solo lloriqueaba mientras su cuerpo tiembla de placer. James se saca la camisa por la cabeza. Kyle en un momento de lucidez ve atraves del espejo a James penetrandolo, con el vendaje ensangrentado, el sudor corriéndome por el torso, bañando sus tatuajes, y resaltado el relieve de sus músculos firmes. Se mordió el labio cuando atraves del mismo espejo James le sostuvo la mirada. Dilatada de éxtasis.
- Eres delicioso, Kyle.- dijo justo antes de darle una nalgada.
Enredo sus dedos en el cabello del rubio, jalandolo hacia atrás mientras aceleraba las embestidas. Kyle lloriqueo. Ya no podía más y soltó su propio miembro para agarrarse de los bordes del escritorio justo cuando James clavo sus dientes en su hombro. Ambos miembros expulsaron sus semillas, uno manchando la exquisita madera de pino del escritorio y lo pies de Kyle, y la otra llenado la calida caverna de este hasta que se escurriera entre los dos cuerpos. El rubio se dejó caer sobre el escritorio, eufórico y agotado, seguido por el tonificado cuerpo de James que jadeaba en su oido mientras esparcia besos en la piel que vea.
- Siempre es un placer volverte a ver, Kyle.