lunes, 10 de agosto de 2015

El Juego Entre La Sangre Y La Nieve (Parte 13)

En las tres mansiones la tranquilidad comenzaba aparecer con el crepúsculo de la mañana. Pronto el sol cubriría la tierra y atravesaría los árboles, era el momento de refugiarse. Solo en el despacho del Conde el ambiente estaba animado. Pero por estar retirado de los otros cuartos nadie se percató del ruido.

-Solo te preocupas por tu hermana ¿Qué hay de tu hermano?

-Él es alguien capaz de asumir la responsabilidad del reino. De él no me preocupo.

Damion observo a Sure. El escucharla hablar así le hacía bajar la guardia, a pesar que estaba defendiendo los suyos le recordaba a si mismo ¿Por qué había iniciado la guerra? ¿Por qué ellos se conocidos en esas circunstancias? ¿Fuera sido diferente si ellos no fuera  compartido algo más que palabras? Soltó las manos de Sure y se bajó de ella. Sabía que ella era peligrosa suelta, pero sentía que no haría nada imprudente. Tenía razón. Sure se incorporó sin quitarle la mirada de encima al vampiro.

-¿Sabes por qué vine? ¿Verdad? No perdono una traición como la tuya fácilmente. Entonces me pregunto ¿Por qué no te defiendes, me detienes o me matas antes que yo lo haga?

Damion no respondió.

-El príncipe no es rival para el clan. Lo estas enviando a una guerra que no pueden ganar.

-¿Qué te hace estar tan seguro de que todo está perdido para nosotros?

La mirada del Conde se fijó en un cuadro que abracaba más de la mitad de la pared. Sure siguió su mirada una vez que entendió que la respuesta se encontraba en esa dirección. Una gran montaña se elevaba por encima de palos sin vida en tierra morada y entre sus ramas puntos de color escarlata, la cumbre de la montaña estaba cubierta con nieve pura y daba la impresión que el viento soplaba por los pequeños remolinos de nieve en la cima. Calma sobre el caos decía en la tablilla debajo del cuadro. Era una pintura muy realista del valle de la muerte. Sure se acercó más al cuadro tocando inconscientemente el lienzo, primero las sinuosas curvas de la montaña, y luego la pendiente de deshielo en la falda. Cuando llego a los muertos árboles se sobresaltó al ver figuras semi- humanas entre sus sombras. Nunca había visto esa pintura pero sentía que no era la primera vez que la veía, el sentimiento que le transmitía también lo había sentido antes, no era calma y caos.

-Ira…- murmuro Sure.

-Y paciencia.- Puntualizo Damion.

El vampiro se puso al lado de la Reina y también toco el lienzo, pero con devoción. Sure vio como sus manos contrastaban con el cuadro. La de ella era tan blanca como la nieve de La cima y la del él contrastaba con los arboles  con su piel morena. Sintió una punzada en la garganta. Los pequeños puntos rojos eran ojos llenos de tristeza y agonía, y las figuras se trataban de ocultar entre los arboles muertos mientras el cruel frio bajaba de los cielos para cubrirlo todo. Implacable.

-¿Sabes que quiere decir el cuadro?- pregunto Damion después de un rato.

Sure vacilo en su respuesta. Sabía la historia de la fundación del Reino Helado pero no lo había visto de ese modo que representaba el cuadro. Era perturbador de ese modo. El caos provoco la ira de la tierra trayendo consigo el invierno para imponer la calma, pero tomo su tiempo, por eso los habitantes tomaron una postura de paciencia hasta que al fin el Reino Helado supero el caos.

-La fundación del Reino Helado.

-La tierra era cruel y llena de prejuicios, cansados de eso dos hermanos reunieron su pueblo y emigraron a un lugar que les brindaran paz y tranquilidad. Por años buscaron entre los mares bravíos, playas desiertas, laberinticos valles y empinadas montañas. Hasta que llegaron aquí. El valle era seco y sus criaturas mágicas poco amigables, se vieron con la necesidad de refugiarse en las montañas. Por las bajas temperaturas ningún ser vivo se adentraba en ellas, pero el menor de los hermanos insistió en entrar. El hermano mayor guio formidablemente a su gente entre las montañas al confiar en su hermano menor y logro instalase cerca de la cima. Peleo contra las criaturas que vivían cerca y tomo posesión de la tierra pero sin alterarla. Su valentía y sabiduría fue tan grande que el espíritu que habitaba en la cima de la montaña los bendijo por la hazaña y les permitió habitar en ella.

``El tiempo paso y los hermanos fueron grandes líderes. El menor dictaba la ley y la hacía cumplir, mientras que el mayor se encargaba de sustentar los suministros y de la seguridad, era un gran cazador. Todo marchaba bien hasta que un día mientras el hermano mayor cazaba se topó con un hermoso pájaro de largas alas negras y ojos rojos, le perdonó la vida y la dementico. El ave agradecida por la amabilidad revelo un día su verdadera forma, era una hermosa mujer de cabellos negros como la noche y ojos rojos como la sangre pero mostraba una sonrisa tan amable y dulce que el hermano mayor se enamoró de ella.

``El espíritu de la montaña se molestó porque la mujer ave era hermosa, y tenía cautivado al hermano mayor, los maldijo a los dos a los dos y los desterró de la montaña Varios se opusieron alegando que era injusto lo que se le hacía al hermano mayor. El espíritu no tolero la insolencia de ellos y los desterró también lanzando una gran avalancha sobre ellos, arrastrándolos hasta el valle donde murieron mucho de ellos.

``El hermano mayor juro volver y acabar con el espíritu de la montaña por separarlo de su hermano menor. Pero ella puso un conjuro haciendo que quien se adentrara en la montaña se perdiera y muriera congelado. El hermano menor no pudo contener la ira del espíritu y con temor de que matase al resto de la gente hizo un trato con ella. Que permitiera que la descendencia de su pueblo permaneciera en la montaña sin morir congelada y a cambio ella podía reencarnar en sus primogénitos para guiar a su pueblo; la idea le gusto al espíritu y acepto sin saber que al reencarnar en un ser humano iba a perder poco a poco su voluntad y su libertad. Mientras que la hermosa mujer ave, afligida por lo que había sucedido por su culpa le prometió devolver a la gente desterrada a la montaña, así que mezclo su sangre con los desterrados dándoles más poder y astucia. Pero no se percataron que la mezcla con su sangre tenía un precio alto, extendió sus años de vida también pero con el precio de ingerir sangre. A pesar de ese inconveniente el hermano mayor acepto.

´´Ambos hermanos habían jugado su primer movimiento para acabar con el espíritu que los separo. Pero no contaron que la maldición fuera tan poderosa. El hermano mayor no solo no pudo volver a la montaña, sino que con el tiempo se fue alejando más y más del lugar. Perdiendo incluso el recuerdo de donde quedaba. Esperar pacientemente que disminuyera la maldición; era lo único que quedaba.

Al culminar el relato Sure recordó porque se le era familiar el cuadro, había una parecido en la antigua biblioteca del ala sur del castillo. Nadie la usaba desde que su bisabuelo murió. Pero aquel cuadro tenía dos criaturas, un ave negra y un zorro blanco, lo sabía porque en el funeral de su abuelo su padre llevo a la biblioteca un armario pequeño de caoba y ella lo acompaño.

-Aun no entiendo tu punto.

El Conde la miro con cautela.

-Las palabras tienen poder. La maldición que lanzo el espíritu sobre el hermano mayor y el juramento de él fueron lo que nos trajo a esta guerra. El menor se sintió tan culpable que hizo que el espíritu abandonara su forma divina para fusionarse con sus descendientes solo para que la maldición disminuyera, y así darle oportunidad al juramento del mayor que se cumpliera…

-Solo dices cuentos antiguos. Yo se la historia y sus consecuencias, soy la Reina.

Un momento de silencio transcurrió. No se podía evitar ya a estas alturas, si Damion fuera tenido otra opción la habría tomado, pero este no era el caso. La verdad surgió de sus labios sin sentimiento en ellas.

-Mi clan desciende del hermano mayor, Suf Ninght , por nosotros corre la sangre de la mujer ave y la sed de venganza del mayor. Mientras que ustedes descienden del hermano menor, Azu Linght, pero solamente tú posees el alma reencarnada del espíritu de la montaña, si tú sigues con vida el espíritu también, por eso queremos cavar con todos ustedes para que no se vuelva a reencarnar en nadie.

-Y así poder regresar ¿verdad? - Interrumpió Sure- Pues es una idea ridícula conducida por el odio. Jamás permitiremos que foráneos habiten en nuestra sagrada tierra, no importa que desciendan de uno de los fundadores, ustedes son  impuros, tienen sangre mezclada con un demonio, son peores que un hibrido.

Los ojos escarlatas se endurecieron y una sombría sobra paso por las pobladas cejas. Fulmino a Sure pero ella aún tenía el fuego azul en sus ojos. Si ella fuera prestado atención a otra cosa que no fuera al hermoso joven que tenía delante se fuera dado cuenta que la habitación no se congelaba por mas enfadada que estaba. O que al finalizar el relato el vampiro había destapado un pequeño frasco de cristal. Ponto la fragancia le llego a los fosas nasales nublándole la vista Se tambaleo un paso atrás y luego una hacia delante chocando con el amplio pecho del Conde. Este la sujeto por los hombros con delicadeza. Trato de no respirar mientras hablaba.

-Sabía que pensabas así, por eso hice lo que hice. Tendrás que disculparme pero no puedo dejar ir después de decirte la verdad ¿entiendes?


Los ojos de Sure se fueron cerrando pesadamente poco a poco, lucho por mantenerlos abiertos pero hasta su cuerpo parecía dormido. Nada le repondia.





Parte 12                                                                       Parte 14

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