Mientras caminaba por el blanco pasillo entre dimensiones el largo cabello ondulado café se balanceaba de al compas de las caderas seductoras del Ángel, la lanza de acero bendito resplandecía mortalmente en las delicadas manos de ella; sus ojos azul cielo brillaban con frialdad inmortal al mirar la pueta al final de pasillo que estaba apunto de traspasar.
- No te tardes, Luz - se escucho la ronca voz desde la puerta donde había salido el ángel.
Luz sin aflojar el paso pudo distinguir a su hermano con los brazos cruzados sobre su amplio pecho, al igual que sus tobillos, recostado contra la pared.
- No pienso tener piedad - soltó en un susurro frio el ángel.
- Nadie aquí te lo esta pidiendo. Mátala de una buena vez, deja los juegos.
Ángel ya había llegado a la puerta y girado la perilla, la tenue luz que salía de ella distorsionaba los colores pero su hermano no necesitaba ver mas que las alas encrespadas de Luz para saber que debía pasar. Luz cruzo el umbral sin decir nada ni mirar atrás. Entro a un sala humilde con afiches religiosos en las paredes, una cruz de palma bendita ya seca clavada, y una mesa con velas y un mantel colorido y sucio que aparentaba décadas de estar allí. Luz se paseo despreocupada por el lugar absorbiendo todo el conocimiento, energía y esencia que llenaba y emanaba cada objecto. Ama hacer eso, le hacia sentir que las mentiras y verdades eran reveladas con historias del pasado, presente y tal vez el futuro, donde el poder del conocimiento. Para otros eso seria abrumador, pero no para ella que iban en plan de ángel vengador.
Fue cuando las paredes les revelaron que una huésped había usado ese lugar para invocar seres oscuros con poder de dañar y maldecir, paso la mano por las velas y luego por un mueble de madera. El mueble le conto que esa huésped lucia vieja y tenia una cicatriz en la ceja derecha echa al tropezarse, y de la cual culpo a su nieta. La razón por la que Luz estaba encolerecida era por esa nieta. Era su protegida y esa viaje bruja la quería dañar si no se sometía a su servicio, como una puta a su proxeneta.
Luz respiro profundo y de su cuerpo salió energía en forma de luz oscura, filosa como el metal y fría como el agua. Se clavo en todo lo que alcanzaba y quemaba la historia del lugar. Solo dejando su presencia, imponente. Fue cuando la vieja anciana huésped entro porque sintió una presencia. Sus pupilas se dilataron de terror al poder ver la esbelta figura del ángel vengador. El demonio que se le apareció mientras le daba un infarto en el hospital. El flashback la golpeo abruptamente:
La abuela estaba tendida en una cama del shockroom con suero y monitorizada mientras una mascarilla le aportaba oxigeno de un tanque. Había sentido un tirón que se transformo en un desgarro de la pierna derecha después de haber acusado a su nieta de haberle robado, cuando la verdad le había pedido dinero prestado. Fue cuando sintió el corte y vio detrás de su nieta asustada una sombra blanca. Lo siguiente que sintió fue como el riñón izquierdo le dolía a morir y cayo al suelo; rápidamente su nieta llamo a la ambulancia y fue trasladad. Pero en el camino la sombra blanca se quedo con ella, confundiéndose con las luces de la ambulancia. La abuela sintió como el corazón se le paraba y el medico le hacia masaje cardiaco mientras le pasaba medicación para devolverle el ritmo. La sombra blanca se apartaba por centímetros y los latidos volvían a su normalidad, pero se volvía acercar y los latidos se volvía irregulares. Fue un calvario. La abuela respiro cuando llego al shockroom y la conectaron al oxigeno y pasaron medicamentos endovenosos. Pero cuando todos ya daban por estable a la paciente la dejaron sola. La abuela cerro un momentos los ojos tratando de calmarse, y al abrirlos la sombra blanca estaba allí, encima de un mueble de medicamentos. Parpadeo un par de veces y la sombra cobro forma y color. Tenia alas largas y blancas, una pequeña y esbelta figura femenina cubierta por una túnica de seda blanca, piel trigueña, cabello largo, ondulado y café que caía en mechones gruesos sobre una cara fina y ojos color zafiro, dándole un aspecto humano. Vio como ladeaba la cabeza ligeramente de un lado y una tenue sonrisa apareció en sus labios carnosos. Las luces parpadearon y pocos segundos después se escucho serenas de tres ambulancias mas. Le frasco de solución endovenosa de la abuela empezó a burbujear como casi todos los líquidos en la habitación. La abuela pudo leer en los labios del ángel un "ups" antes de que su corazón se detuviera. El alma de la anciana salió de su cuerpo pero sintió como la mano del ángel la tomaba por el cuello y decía "No cariño, aun no te puedes morir porque yo lo digo" dicho esto aventó el alma al cuerpo de nuevo haciéndola convulsionar y recuperando su ritmo cardiaco de nuevo...
La abuela se pego contra la pared y soltó un grito horrorizado.
- ¡Tuu...! - su grito se corto al sentir la lanza del ángel atravesar su pecho y clavarla contra la pared.
Luz no tendría compasión con la proxeneta de su protegida. Que Dios fuera su juez y verdugo. Pero iría al infierno con la cabeza en alto. El ángel desapareció dejando a la anciana inconsciente en el suelo agarrándose el pecho, en el fundo se escucho la sirena de una ambulancia, pero paso de largo por la casa... esta vez no había nadie para ver lo que paso.