Hola, gran Bruja. Espero que estés sintiéndote mejor. La verdad es que intentaré escribir esto sin complicaciones, sin mi extraña gramática que suele ser pesada.
Muy por el contrario a mis otras cartas, ésta es sin lugar a dudas, la más honesta.
Te escribo para contarte que pronto cumpliré años y sería muy feliz si pudiera verte ese día. No importa la hora, ni tampoco si es sólo un minuto antes de que vayas a dormir. Tengo muchas ganas de abrazarte y saber de tu día, porque aunque no estoy seguro en qué día de la semana cae, sea cual sea, seguro estarás cansada por el trabajo. Y siempre me hará feliz escucharte hablar de cómo estuvo tu jornada.
Normalmente nunca venías a mis cumpleaños, porque no podías; y eso lo entendí siempre, así que no pienses que me siento mal por eso, porque no es el caso. También recuerdo que decías que el día en que uno nace, no es significativo. Que sólo es un año más en que los humanos le dan otra vuelta al sol, así como noche vieja. Y tienes razón.
Uno le da importancia a hechos tan simples. Como cuando dicen que durante los eclipses, hay magia; cuando en realidad sólo es la tierra sombreando un lado de la luna.
Uno le da significado a cosas pequeñas, y aunque nunca entendí la razón esos pensamientos tuyos, estuve de acuerdo con ellos por mucho tiempo, sin haberte dicho nada nunca.
Pero hoy en día, no veo las cosas así.; creo firmemente que darle importancia a los pequeños detalles, no le quitan su esencia verdadera.
Quizá ambos odiemos los cumpleaños por distintas cosas, pero tal vez es porque nunca hubo alguien que hiciera la diferencia.
Hoy quiero decirte que eres tú esa persona quien hacer la diferencia en mi actual vida, en mi actual existencia.
Porque aunque no soy la mejor persona del mundo, ni la más perfecta; tu amistad hace mis días tan especiales e importantes. Hace que pequeñas cosas como mi cumpleaños, comer helado, reír, imaginar, bañar a mis gatos, comer, soñar, escribir, se vuelvan importantes, aún cuando antes no lo eran para nadie, menos para mí.
Y la razón exacta es porque las comparto contigo.
Así que quiero decirte que deseo compartir contigo las cosas más pequeñas, o más enormes, que me puedan pasar. No importa si son o no importantes; sólo quiero compartirlas contigo, porque eso las vuelve especiales y las guardo en mi corazón.
Gracias por quedarte en mi vida y hacer la diferencia con pequeños detalles. No tienes idea de los ánimos de vivir que tú sola presencia me da, aunque a veces ya no desee ni respirar.
Te amo con todo lo que soy y con mi alma entera.
Siempre tuyo.
El rey.