El viento soplaba lo suficiente para elevar las puntas cobrizo de su cabello. Su alma le daba la bienvenida a las caricias que sentía en su rostro y brazos desnudos; escabulléndose por los vellos del mismo; el fresco aliento de las memorias en el aire se organizaban en su interior con la fuerza de un tifón. Por fuera serena, calmada, casi una era la estatua de una joven sentada sobre la roca con las rodillas juntas, los brazos sobre ella y los ojos cerrados. Solo el movimiento de su falda y el revoloteo del cabello al viento eran lo que la hacía parecer viva.
En la orilla del claro, cruzado de brazos y recargado contra el tronco de un árbol el rey elfo miraba a la joven sin moverse. Claro que veía como la información era llevada por el viento y desaparecía al entrar en contacto con la piel de Luisa. Era tan transparente los recuerdos que otro elfo con menos experiencia que él no lo fuera visto. Vio cómo la joven tomaba aire profundo por la nariz expandiendo su pequeña caja torácica dándole vida de nuevo. Trago saliva antes de sonreír y luego hablar.
- Buenas tardes, Joss.- dijo Luisa sin moverse ni abrir los ojos.
- Buenas tardes, Luisa.- respondió Joss con una medio sonrisa.
- Solo escucho los recuerdos del pasado doloroso, dudas y uno que otro lamento.- dijo ella respondiendo a la pregunta no formulada de Joss.- ¿por qué no te sientas conmigo?- pregunto con un tono más alegre, abriendo por fin los ojos y mirando al elfo con una sonrisa en los labios.
Joss soltó un suspiro entre una media sonrisa y despegó los brazos del cuerpo. Salió de la fresca sombra de los árboles y los rayos de sol resaltaron los bordes dorados de su pulcro traje blanco. La luz del día reflejó algunos cabellos plateados de su cabellera dorada pálida. Se sentó a medias al lado de Luisa, quien recostó su cabeza sobre el hombre de él para volver a cerrar los ojos.
- No tienes que hacer.- le recordó Joss.- atraparlos y consolidar los recuerdos que trae el viento elfico. Debes estar cansada y lo qué haces es agotador.
Ella le tomo la mano y se la llevo a los labios dándole un beso en el dorso. Joss vio como unas lágrima escaparon de sus ojos bañando sus mejillas.
- Hacerlo no me cansa. Y al parecer se lleva muy bien con mi dolor. Hasta van juntos en el mismo sentido en mi tornado interior.
Ella estaba de luto y claramente prefería ver el dolor que le revelaba el viento elfico al suyo. Joss observó por largo rato el cabello de ella hasta que al fin se decidió depositar un tímido beso sobre el. Lo hizo. Luisa se relajó soltando un profundo suspiro. Estaba reteniendo el llanto.
Se esforzó por encontrar las palabras de consuelo. No era bueno para eso.
- Todo va estar bien. Ya veraz...
No había terminado de hablar cuando su amiga soltó el llanto ocultando el rostro en el pecho de Joss. La rodeo con los brazos y le palmó la espalda mientras al fin derramaba las frías y duras lágrimas de la pérdida de un ser querido.