miércoles, 6 de mayo de 2020

Hombre

¿Se han preguntado el por qué Luisa se sonroja con todos los vastos del sistema Aurora? Ellos son chicas o binarios, no debería tener esa conducta ¿O si?


Pues el sistema Aurora no siempre fue un poblado de chicas dulces y binarios temerarios. Un día, a poco tiempo de haber entablado una especie de amista con Tate este la invitó a pasear por el parque cerca de la gran mansión.


  • Tate... ¿te sucede algo?.- pregunto Luisa mirando con preocupación.


Tate la miro mientras bebía su refresco, el rubio sonrió ampliamente y le tomo un mecho de cabello a su amiga. 


  • ¿Por que lo dices?


  • Porque te siento... eufórico.


Tate se echó a reír históricamente haciendo retroceder un poco a la chica. Ella parpadeó varias veces.


  • Por eso estás más callada que de continente. Pero no es euforia. Es agresividad.- dijo Tate con un brillo de locura en sus ojos dorados.- ya sabes, cuando mi TLP está fuerte suelo  alejar a todos. Me pongo denso como una manzana podrida oliendo a mierda. 


Luisa al escucharlo sonrió dulcemente, le gustaba eso de Tate, su sinceridad.


  • No quise decir esa palabra, me gusta ser imparcial en mis descripciones. Prefiero que los demás me lo confiesen antes de yo especular.


Tate le pasó un brazo por los hombros y sonrió, aunque trataba de ignorar la pelea que tuvo con su madre porque no lo entendía y aparentar estar alegre su cuerpo estaba en tensión, como un gato apuntó de matar a su presa. 


  • Yo intento ser animado pero por dentro ardo cómo mierda hirviendo, suelo saturar.- le confesó a su amiga.- Así que siéntete con la confianza de decirme "cálmate"


La joven se sentía tensa tan cerca del chico y más por su ira creciente con cada palabra que decía. Otro lo fuera dejado, pero ella quería calmarlo. Tate estaba hablando lo molesto que estaba con ciertos familiares de afuera, la incomprensión de ellos le hacían sentir más el abandono. Luisa no sabía que hacer, era la primera vez que él se sinceraba y no sabía cómo actuar por su TLP. Fue entonces que Tate colapsó, ella se lanzó para atrapar su cuerpo antes que cayera al suelo.


Para su sorpresa no le pesó, sintió unas manos que la tocaban mientras sostenía por detrás el cuerpo de Tate. Sus penetrantes ojos negros la miraba fijamente, su fuerte olor a fresas ahumadas le lleno la nariz. 


Ella no desvió la mirada, la mantuvo tercamente. Era alguien que no conocía del sistema Aurora, pero era diferente a todos con los quien había hablado... tenía una presencia fuerte. 


Sostuvo a Tate su esfuerzo y pasó su brazo por el hombro.


  • Tu chico dorado colapso.- dijo secamente.- por ahora está fuera de servicio.- observo los confundidos ojos marrones y aclaro.- Ahh, cierto, hola soy James. 


Luisa lo miró con desconfianza, por alguna razón esta persona la confundía. 


  • Hola. Hay que sentarlo... te puedes cansar con él a tu hombro.


James la miró y se encogió de hombros. Llevaron a Tate a una banca. Acomodaron al rubio en ella; Luisa se colocó la cabeza coronada de rizos dorado en el regazo mientras James se limitó a recostarse en un árbol cercano. Luisa no le quitaba los ojos de encima... había algo que no le cuadraba en este miembro nuevo para ella.


  • Disculpa, sé que suena imprudente de mi parte pero ¿puedo jugar un juego que hago los demás de tu sistema?


  • A ver.- pregunto cautelosos el peli azul.


  • Consiste en que yo doy mi primera impresión de ti sin tener ninguna información y tú educadamente me respondes si me equivoco, me falto o acerté ¿te parece?


Esto divertido a James, si que era curiosa y directa la chica.


  • Ora. Dale.


Se preparó para que ver qué tenía ella en la cabeza, que la hacía tan segura para lanzarse sin saber nada de él para describirlo. Ella lo miró recelosa aún, escudriñaba cada gesto de él. 


  • Eres binario, a diferencia de Tate eres más maduro y menos extremista; tiendes a ser educado hasta el punto de reservado, manejas algo parecido a la prudencia del sistemas y solo sales para controlar las emociones fuertes...


James lo pensó. Saco un cigarrillo de su bolsillo delantero y lo encendió. Mientras calaba recodo como le suelen decir, que era de mecha corta. Normalmente la gente le caía mal James en el primer encuentro, su carácter era pesado. Pero esta chica tanteo el terreno desconocido y se arriesgó a dar una vaga definición de él... y dio una muy dulce. 


  • Simón. Casi acertaste. Nel, creo que si acertaste. Soy más maduro. Pero cuando me saturo puedo llegar a ser explosivo. Cargo con la ira del sistema. La canalizo porque la manejo más tranquilamente. A menos que sea demasiada, entonces puedo tener un ataque de ira. Pero lejos de herir, cómo haría Tate, no hago eso.


La joven sintió lo cortante de sus palabras, cada segundo que pasaba a lado del peliazul le decía que era peligroso ¿por qué? No se iba a rendir sin saber la respuesta. 


  • Hey, para haber cruzado sólo cuatro diálogos contigo fue bastante.- trató de ser cortes. 


James se rio.


  • Si, me sorprendes.


Una nube de humo salió de sus labios. Luisa observó fascinada el brillante color azul de su cabello, era como una obra de arte viviente.


  • Me gusta tu cabello.- estaba tan absorta que había perdido la timidez.- ¿Por que azul?


James tomó otra calada de su cigarrillo y miró el cielo despejado.


  • Ni idea la verdad ¿Con que color relacionas la tristeza?.- pregunto refiriéndose a su cabello como símbolo de la tristeza que sentía.


  • Con gris.- soltó la chica sin pensarlo.- el azul es mi refugio de lo conocido y lo correcto. 


James cubrió su boca con el la mano mientras sostenía el cigarrillo, trató de que la chica no viera la sombra de una sonrisa en sus labios. Todos se intimidaban cuando el peli azul estaba de malas, hoy era un día de esos, sin embargo la chica cada vez se le acercaba más y más, curiosa. 


  • ¿Puedo interrogarte?.- soltó.- es qué hay algo en ti que me intriga.


El muchacho no pudo contener la risa en ese punto. De verdad que la chica era atrevida. Vio sus ojos achocolatados, eran sinceros y tercos. Él podía sencillamente decirle no y acabar con eso. Pero le divertía la aptitud de ella. Fumo un poco más antes de contestar.


  • Sale, chica.


Ella no escatimó el tiempo, lanzaba una tras otra pregunta sobre cosas que él le gustaba y culés no, esperaba paciente las repuestas de James sin presionar y no cuestionaba la información que recibía. De pronto ella apretó los labios y pensó Un momento. Él la observó de reojo mientras fumaba. 


  • Última pregunta ¿va?


Él la miró confundido. Con lo atrevida que era extraño que ella misma se cortara el paso a más preguntas. A menos que lo que fuera a preguntar a ella le pareciera ir lo ofendería y se notaba que estaba teniendo tacto con el. Cómo si fuera una mina explosiva que estalla al ser tocada.


  • Dale.


  • Tu haz estado con mujeres ¿me equivoco?


James la miró mientras encendía otro cigarrillo. “Así que era eso” pensó. Ella no había preguntado, era una afirmación, ella ya sabía la respuesta pero la cubrió cortésmente con el “¿me equivoco?”


  • No, no te equivocas.- boto una gran nube de humo y quedó pensando ¿qué reacción tendría al saber la verdad?.- He estado con mujeres de manera consensual, o como se diga.- se encogió de hombros.- y con hombres solo en violaciones. Soy protector principal del cuerpo. 


Volvió a tomar una calada de su cigarrillo y no esperó mucho la respuesta de la chica que fue casi inmediata.


  • No entiendo.- dijo en forma reflexiva.- ¿Por que solo tú? Hay otros alters binarios en el sistema ¿por qué solo tú te arriesgas así?


James esto le causó mucha gracia. Miró de lleno la cara de Luisa. Era sincera y lista.


  • Porque estoy el más “rebelde” actualmente no lo hago.


Dijo eso para no preocuparla pero le causó gracia como ella entrecerraba los ojos y lo miraba fijamente. Ella comenzó a preguntar más y más cosas muy personales del sistema. Y él sencillamente le respondía como si no se tratara de cosas delicadas... aunque eran cosas que causaban trigger.


  • Disculpa... siento que te estoy molestando mucho con mis preguntas...puedes decirme que pare...


  • No me molestan tus preguntas.- dijo con una sonrisa mientras exhalaba otra nube de humo.- Ya se que no son por molestar, sino, por entender. Eres una flor curiosa.


  • ¿Flor curiosa?...- reflexionó un poco sobre el apodo, ya lo había escuchado antes.- ¿No estoy invadiendo tu intimidad?


James la miró divertido. Él debía ser el incómodo, no ella. Tomo un mechón suelto de ella y lo colocó detrás de su oreja. 


  • Me la invadiras cuando vengas a sentarte a mi regazo, nena. Y dudo mucho apartarte. 


Los ojos marrones se dilataron, se levantó de inmediato horrorizada y señaló acusantemente al peliazul. La cabeza de Tate impactó contra la madera de la banca. Este hizo un ruido de queja. 


  • ¡Ya se porque eres peligroso!.- dijo alterada mientras James no contenía la risa.- no eres binario ¡eres hombre!


  • Bueno, tenía que pasar desapercibido.- respondió entre risas.


La chica se puso colorada. La confusión, el enojo, la sorpresa, y el sentimiento de traicion le pasaba por sus ojos. El peliazul no pudo contener la risa, su enojo parecía un berrinche. 


  • ¡Tramposo!.- soltó alterada.- ¡y yo siéndote sincera!


James sonrió pícaramente y la miró a los ojos molestos.


  • Las morras molestas son las guapas.


Luisa se rio histericamente mientras se pasaba las manos por el cabello y la cara.


  • ¿En que peo me metí contigo?


  • Y eso que tú empezaste, chiquita.


La chica se movía nerviosa de un lado al otro tratando de calmarse. El peliazul fumaba mientras la veía dar vueltas. 


  • Por eso me asustaste desde que apareciste.- reflexiono en voz alta.- estoy acostumbrada de tratar chicas y binarios, y de pronto sale “el caballero de la noche”


  • Y el único.- se rio divertido.- los demás son morras todas o binarios (alguno).- Tomo una calada de su cigarro y otra nube de humo salió de sus labios.- soy el único vasto.


La chica paró en seco y lo fulminó con la mirada.


  • Que tú estés aquí no es casualidad. 


El rubio empezó a moverse y a murmurar sonidos extraños. James vio a su hermano y apagó su cigarro mientras la chica se arrodillaba y examinaba al inconsciente. Se estaba despertando.


  • Ya debería llevármelo.- dijo James y se acercó para colocar a su hermano sobre sus hombros.- ya tenía días sin salir, preciosa. Así que acostúmbrate a verme.


Ella sin mediar palabras lo ayudó con el cuerpo de Tate. Se coló el otro brazo de su amigo sobre su hombro a pesar de que ella era más pequeña. James la observó y levantó una ceja. Ella no se iba a ir.


  • No me vengas a decir que viniste porque estabas preocupado por Tate.- soltó mientras entrecerraba los ojos y lo miraba a la cara.- tu tienes intenciones ocultas.


  • ¿Ya se nota?.- rio un poco antes de ponerse serio.- cargo con algo más que la ira del sistema.- sus ojos oscuros se ensombrecieron.- y es con la obsesión.- miró a la cara a Luisa.- pero te dire algo, no quiero asustarte. Cuando desees, aléjate. Es lo mejor, y lo sabes.- vio el ceño fruncido de ella y agregó.- aunque algo dentro de ti , te dice que te quedes. 


Se echó a reír de nuevo mientras Luisa lo fulminaba con la mirada. Fuero caminando por el parque, Tate estaba medio consciente así que no les pesaba mucho. Aunque no se terminaba de despertar del todo. 


  • ¿Asustar?.- bufó Luisa.- ¿Me puede asustar algo más que piense que estoy hablando con una chica y sale un macho alfa? No creo.


  • Eres graciosa curiosa.


Luisa vio un auto azul estacionado. “Así que ya se van...” pensó Luisa. Al llegar ella observó detalladamente dentro del auto mientras James abría la puerta trasera para meter a Tate. Luisa sintió como el calor le invadía la cara, y miró al suelo.


  • Tú sabes que yo no soy del tipo de personas que huye.- acuso a James.- simplemente porque me haz estado vigilando mientras he hablado con los alter.


  • Me salió lista la leona. 


James vio cómo Luisa se trataba de calmar. Estaba toda colorada. Él trató de no reír más pero era imposible. Entonces Luisa lo miró furiosa y señaló algo que estaba dentro del auto entre los asientos.


  • Así me gustan, bien enojonas. Que se les salga el diablo.- enfatizó James al ver que cada momento que pasaba ella se alteraba más. 


  • Tu viniste a conocerme en persona por el cuento erotico que le di a Tate.- ya su cara no era de enojo, era de vergüenza pura, se tapo la cara con las manos.- ¡Que pena! ¡Se que lo leíste!


James cerró la puerta del auto y se le acercó a Luisa; le apartó las manos de la cara y le levantó el mentón para que lo mirara a los ojos. 


  • Me gusta lo que escribes. Tienes talento.


Se apartó y rodeó el auto para llegar a la puerta del conductor. Luisa soltó un sonido de frustración. 


  • ¡Tramposo! ¡No puedo contigo!


  • Me despido, linda flor curiosa.- Dijo antes de entrar en el auto.


Le guiño un ojo y arrancó el auto.



——ACTUALMENTE——



Jhon y Luisa están paseando por el patio y ven a James y Aarón montar caballo. 


-¿Quieres algún día montar caballo aquí adentro? James te puede ayudar.- dice paternalmente Jhon.


Luisa recuerda cuando conoció a él peli azul, y se sonrojó. Aunque ya se llevará mejor con el “perro puto” aún no se le pasaba el impacto de ese encuentro. 


-No.- dijo firmemente Luisa.


Jhon sonrió. Ya se estaba acostumbrando a  lo juguetones del sistema Aurora. Pero aún se ponían tímida muy fácil. 





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