¿Ríes o lloras? ¡Oh mujer de cal!
Que las flores no te alegran al despertar.
Miras el vacío, miras el abismo, miras el dolor que te consume sin aviso.
Llanto sin ruido, seco sollozo doloroso.
¿Quien te consuela en la eterna noche?
¿Quien te escucha sufrir de noche?
La noche es larga, y tu alma negra eterna.
Mira al bosque, mira, mira y mira con miedo a que te atrape y te destroce.
No tengas miedo mi niño,
no tengas miedo de mi rostro entonces.
Que yo no como carne, yo bebo sangre.
No te portes mal, que yo vendré y te devorare entonces
Grita y grita de dolor.
Pero ¿por qué grita la mujer que no tiene emoción?
Grita y grita de dolor ¿por qué mujer no escucho eso oscuro qué hay dentro de tu corazón?
Ciega te haz quedado, ciega serás, porque haz visto cosas, haz visto a satan; cojerse a las putas, cojerse a los puercos.
Beber y embriagarse; violarte y maltratarte.
No eres lo que aparentas, no eres esa fea. Eres más oscura, más densa y más peligrosa para esas bestias.
Tu oscuro ser los llena de temor. ¡No te quites esa máscara mujer! Los matarás de pavor.
¡Mueran imbeciles de mierda! ¡Mueran y sufran por mi mano, la hembra!
Alma de mujer ¿que te han hecho esas porquerias? Siento tu dolor, siento tu suplicio.
¿Donde está Armando? ¿Donde está ese pillo? Que te a lanzado, a los puercos con todo y vestido.
¡Malditos de mi padre! ¡Malditos he dicho!
¿Que le han hecho a esa pobre mujer?
¡Malditos les digo!
Te desnudaron la piel; golpearon y golpearon.
Lloraste siempre por el. Pero nadie te presto abrigo.
Me desconcierta tu piel. Me desconcierta tu cara albina sin vello y sin ser...
¿No correa querida? No corre aunque te lo digan.
Te han cortado los pies, te han cortada la alegria.
De vivir aquí, de vivir en esta vida
Sola en el bosque, sola siempre estás. Pero no importa eso. No importa ya.
Que no hay nadie allí que te haga daño. Ya no hay mas gritos ni estiércol al lado.
No ves niños muertos, no ves niños violados.
Mujer albina, mujer querida.
Te escondes por el bosque, perdida, perdida.
Para que nunca te encuentren,
para que nunca mas seas herida.
Sola te sientes. Sola querida.
No importa cuanto llores, nadie acude a ti, ni tú los miras.
Pobre mujer del bosque, pobre mujer perdida.
Veo tu dolor, pero te alejas enseguida.
Te pudre tu veneno, te pudre enseguida. Deja tu dolor. Deja la herida. Yo sanaré ese dolor. Déjame acercarte querida mía...

