Entonces
el chico la beso. La joven se quedo quieta, no sabia ni que sentir. Sabia que
lo había estando provocando con su forma de bailar, pero aunque supiera eso no
sabia como reaccionar. Fue en ese momento que su voz interna pidió un consejo,
una oración mental se podría decir. El Ángel estaba a pocos pasos de ella,
dándole la espalda. Aun vigilaba que nadie raro se le acercara. Al escuchar sus
pensamientos lanzo una rápida mirada inexpresiva en su dirección y le dijo:
No continúes, no se le puede excitar a un hombre y dejar fácilmente. El quiere tener sexo contigo. Si no estas dispuesta asumir ese riesgo no le correspondas.
El Demonio que estaba disfrutando el ambiente de la disco escucho al Ángel, y con divertida sonrisa replico en la cabeza de la joven:
Pero es solo un beso, ademas hay muchas personas aquí, no pasa nada.
El chico alejo su rostro un poco y la miro expectante; al no recibir respuesta le susurro:
Te ves seria, pero se que por dentro eres traviesa.
Eso la hizo reaccionar, era orgullosa y el comentario no le gusto.
Eso ni tu ni nadie la sabrá.
Y siguió bailando tan provocativamente como antes del beso, como si nada hubiera sucedido. El Ángel y el Demonio intercambiaron una mirada de desafió. No era la primera vez que se enfrentaban, pero era una época difícil, eran tiempos de exámenes finales y la joven estaba estresada. Ambos sabían que ella buscaba drenar la presión. La música subió de volumen inundando por completo la cabeza de la joven. El Demonio miro al chico y con una traviesa mueca suspiro, el chico no aguanto y le dio un pellizco en el glúteo a la joven. Sus terminaciones nerviosas le indicaron que era excitante provocando que sofocara un leve y casi inaudible gemido, ella estaba a un paso del éxtasis por la música. El Demonio frunció el ceño:
¿Nada más eso? Dale con más fuera, agárrale la nalga completa que esta que se corre.
El chico volvió hacerlo un poco más fuerte y le volvió a susurrar al oído:
¿Que vas hacer mañana?
El Ángel bufo
¿Ves?
Y le mostro a la joven dos escenas. En la primera el chico la pegaba contra la pared mientras estrujaban su cuerpo contra el de ella; la besaba apasionadamente mientra le subía el dobladillo del vestido hasta la cadera. Era el verdadero pensamiento del chico. La segunda escena se veía a ella misma tumbada sobre la cama de aquel desconocido con el vestido enrollado a su cintura y él encima de ella con los brazos a cada lado para no aplastarla. Era el pensamiento de ella. La joven decido
A diferencia de ti, yo si tengo cosas que hacer mañana.
Le toco el hombro y se fue.
No continúes, no se le puede excitar a un hombre y dejar fácilmente. El quiere tener sexo contigo. Si no estas dispuesta asumir ese riesgo no le correspondas.
El Demonio que estaba disfrutando el ambiente de la disco escucho al Ángel, y con divertida sonrisa replico en la cabeza de la joven:
Pero es solo un beso, ademas hay muchas personas aquí, no pasa nada.
El chico alejo su rostro un poco y la miro expectante; al no recibir respuesta le susurro:
Te ves seria, pero se que por dentro eres traviesa.
Eso la hizo reaccionar, era orgullosa y el comentario no le gusto.
Eso ni tu ni nadie la sabrá.
Y siguió bailando tan provocativamente como antes del beso, como si nada hubiera sucedido. El Ángel y el Demonio intercambiaron una mirada de desafió. No era la primera vez que se enfrentaban, pero era una época difícil, eran tiempos de exámenes finales y la joven estaba estresada. Ambos sabían que ella buscaba drenar la presión. La música subió de volumen inundando por completo la cabeza de la joven. El Demonio miro al chico y con una traviesa mueca suspiro, el chico no aguanto y le dio un pellizco en el glúteo a la joven. Sus terminaciones nerviosas le indicaron que era excitante provocando que sofocara un leve y casi inaudible gemido, ella estaba a un paso del éxtasis por la música. El Demonio frunció el ceño:
¿Nada más eso? Dale con más fuera, agárrale la nalga completa que esta que se corre.
El chico volvió hacerlo un poco más fuerte y le volvió a susurrar al oído:
¿Que vas hacer mañana?
El Ángel bufo
¿Ves?
Y le mostro a la joven dos escenas. En la primera el chico la pegaba contra la pared mientras estrujaban su cuerpo contra el de ella; la besaba apasionadamente mientra le subía el dobladillo del vestido hasta la cadera. Era el verdadero pensamiento del chico. La segunda escena se veía a ella misma tumbada sobre la cama de aquel desconocido con el vestido enrollado a su cintura y él encima de ella con los brazos a cada lado para no aplastarla. Era el pensamiento de ella. La joven decido
A diferencia de ti, yo si tengo cosas que hacer mañana.
Le toco el hombro y se fue.
